Antonio
Nievas, Manuel Pérez y José Antonio Delgado, son tres socios de la
ONG “Padul con Managua” que durante casi un mes estarán de
visita en la capital de Nicaragua para llevar a cabo importantes
tareas de la organización, para comprobar in situ la importante
labor desarrollada por la misma y para analizar campos de actuación
futuros.
En
su visita, hacen además un hueco diario para contactar a través del
correo electrónico con los socios que tienen apadrinado a algún
niño y con los medios de comunicación locales. Se pretende que los
paduleños y granadinos que colaboran en estos proyectos esten
informados en todo momento y conozcan la realidad de Managua y los
logros conseguidos gracias a sus aportaciones.
En
su primer comunicado, han relatado que “la bienvenida ha sido muy
calurosa, visitando cada una de las aulas del colegio y
presentándonos a los niños. Cada grupo nos ha realizado un
recibimiento cantando canciones, recitándonos algún verso o
simplemente con algunas palabras de algún alumno.”
Según
han comunicado, “en la actualidad son casi 400 alumnos en distintos
niveles educativos los que disfrutan de unas estupendas instalaciones
educativas y de un equipo docente preparado...”. Esta apuesta por
la educación ya está dando sus primeros frutos y es que “gracias
a la formación que disfrutan en estas etapas preparatorias varios
alumnos han llegado a cursar estudios en la Universidad”.
CRÓNICAS DEL VIAJE (Por Antonio, Manuel y José Antonio)
PRIMER DÍA
Hoy en nuestro primer día
hemos visitado las instalaciones del Colegio El Padul haciéndose
realidad ante nuestros ojos el milagro de la solidaridad. La labor
que se está haciendo en Managua gracias a la solidaridad de los
paduleños y de otros lugares sigue buen curso. Las clases en los
diferentes niveles educativos: infantil, primaria y secundaria
prestan un servicio adecuado. Las instalaciones de las que dispone
cada vez son más dignas, gracias al nuevo aulario construido a raíz
de la anterior visita que se hizo hace 4 años.
La bienvenida ha sido muy
calurosa, visitando cada una de las aulas del colegio y
presentándonos a los niños. Cada grupo nos ha realizado un
recibimiento cantando canciones, recitándonos algún verso o
simplemente con algunas palabras de algún alumno.
Otra de las tareas
realizadas ha sido fotografiar algunos niños apadrinados por
nuestros paisanos para luego tratar de hacerlas llegar y así
conozcan como siguen.
La dura realidad de la
vida diaria de estos chicos se ve eclipsada por un alo de esperanza
cuando atraviesan el umbral de la escuela El Padul, allí reciben
clases, alimentos y ropa promoviéndoles un futuro mejor.
UNA HISTORIA REAL...
Parece mentira lo que
hace el milagro de la solidaridad, y es que, mirando un poco hacia
atrás y repasando un poco la historia de el Colegio El Padul, uno
percibe como con la generosidad de unos pocos se hace posible que
sean ya varias generaciones de alumnos del mercado oriental de
Managua las que hayan tenido la oportunidad de formarse y de cubrir
sus necesidades básicas.
Y es que no me canso de
recordar como todo esto ha sido posible, máxime cuando hemos tenido
la oportunidad de convivir con todos estos niños.
En la actualidad son casi
400 alumnos en distintos niveles educativos los que disfrutan de unas
estupendas instalaciones educativas y de un equipo docente preparado.
Gracias a la formación que disfrutan en estas etapas preparatorias
varios alumnos han llegado a cursar estudios en la universidad.
Con mucha probabilidad,
estos alumnos, ni en sus mejores sueños, podrían imaginar que algún
día se verían estudiando una carrera universitaria.
Ver las sonrisas de estos
chicos, sentir sus abrazos y notar sus caricias es una recompensa
enorme para este esfuerzo que realizamos desde El Padul hacia
Managua, la pena es que todos vosotros no podáis sentir esa
sensación y en mi propósito está el poder transmitírola lo mejor
posible.
Os aseguramos que, con la
experiencia vivida en Managua durante estos días, merece la pena
seguir trabajando por estos niños, seguir ilusionados con el
proyecto inconcluso de la Escuela El Padul.
Un abrazo desde Managua
Antonio, Jose y Manolo
UNA HISTORIA REAL... CRISTINA CRUZ
La historia de Cristina Cruz,
apadrinada de Antonio Nievas, es una de las muchas que podríamos
contar de los chicos y chicas que pasan y han pasado por el Colegio
El Padul. La tercera de seis hermanos, su padre les abandonó siendo
todos muy pequeños, su mamá prostituta de profesión era drogadicta
y alcohólica y murió hace dos años a causa de la hepatitis B que
padecía. En la actualidad son atendidos por su abuelita.
Cristina estuvo durante cuatro años en
el colegio El Padul, en el que entró con once años. Debido a que su
nivel académico era nulo empezó en primer grado con los niños más
pequeños, pero cuando se fue haciendo una adolescente tuvo que
ingresar en un colegio para adultos.
El ambiente familiar de Cristina, con
su madre drogándose y prostituyendose, no era muy propicio para que
ella prosperara en sus estudios, por ello abandonó pronto su
formación académica. A pesar de ello, se le ofreció que aprendiera
costura dándole un sueldo mensual de 100 euros, pero desestimó
dicho ofrecimiento.
En la actualidad Cristina tiene una
dura realidad que vivir. A consecuencia del mal camino tomado, en
parte entendible por la situación en la que se ha desarrollado su
niñez, padece de desprendimiento de riñón, debido al consumo
excesivo de alcohol y también tiene Sida. Se encuentra muy demacrada
y en una situación bastante complicada, pero aun así el colegio El
Padul sigue ayudándola, dándole ropa y medicamentos que necesita.
Quisiéramos señalar que la realidad
de Cristina contrasta con la de tres de sus hermanos, más pequeños
que ella, que aun siguen estudiando en la escuela. Se trata de
Gerson, Alejandro y Ulises, los tres son unos buenos estudiantes y
gracias a la educación y formación que se le da en el colegio y a
pesar de vivir en un ambiente desfavorable están labrando un futuro
alejado de la droga y el robo. Alejandro, por ejemplo, es uno de los
chicos que mejor dominan la máquina de coser, siendo un ejemplo para
sus compañeros
En el día de hoy nos queremos quedar
con la Cara y la Cruz de los chicos del colegio representado por
Cristina y sus hermanos, y que a pesar de seguir caminos diferentes
la asociación sigue apoyándolos.